Apriétame el corazón

Ahora que sentimos las cenizas de fuegos consumados, 
porque en un instante nos fundimos...
 Pero al final seguimos siendo tú y yo solo residuos.

Aún nos quedan las miradas... 
Como semillas de luz que se implantan 
para florecer de amor en nuestros ojos y sus alboradas.

Aún nos queda la voz para nombrarnos con cariño,
 porque cuando me dices y te digo… 
Es como escuchar el canto de los pajarillos.

Aún nos queda un camino para transitar, 
tomados de las manos andamos y nos seguimos
 más allá de las trivialidades de lo físico.

Donde me aprietas el corazón con un ¡Te quiero!
 Donde oprimes mi pecho para que destile puro el sentimiento.

Y justo ahí...Nos encontramos de nuevo.