sábado, 5 de noviembre de 2011

Para ti querido amigo


Porque cuando te llamé amigo
pensé en una alianza incondicional,
hablaba de unión fraternal y perpetua,

tan sincera como el sentimiento de un suspiro.

Porque cuando te llamé amigo
fue tan espontáneo
como la sonrisa que nos regalamos,

como cada saludo que brota de las manos.

Porque en mi pecho te llevo clavado.
Por el cariño y la amistad que nos hemos brindado.

Por el tiempo compartido entre aciertos y desatinos

que hemos sabido llevar desde que nos conocimos.

Por todo esto amigo ¡Ven! ¡Dame tu mano!
No dejemos que nos arrastre la corriente.

No dejemos que la tempestad nos haga naufragar.
¡Dame tu mano! ¡Juntos vamos a navegar!

Icemos la bandera de una amistad sin fronteras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario