Tinta negra II

                                                            
                               En un tono funesto…

Enluta la pluma

en tinta negra.

En un entierro de papel,

sobre fosas,

llora sus oscuras penas.

Llora para adentro

lágrimas que se pierden sin fin

como en un cementerio

de cuencos secos.

Llora cuándo asesina

y corroe el sentimiento.

Como quién quiere eximirse

y al paso peca de nuevo.

Se aleja la dama de negro

y tras de si…

Arrastra una estela

de estrujo, dolor y silencio.

                                 

Extravagante tendencia de amor

¡Ya lo sé que en éste mar de letras
parezco la encantadora sirenita!
¡Reina de los pescados!
¡Deidad de la mitología!
En mi intrépido papel...
El capitán Garfio, con su barco pirata,
en busca de tesoros
cuando pretendo tus ojos.


Pero más que estilista
en el encrespado fleco del mar...
Titán en el resurgimiento
de la vetusta y más grande corriente de amor.


Donde las fantasías cobran vida;
en este  instante tú eres caracola y yo brisa marina
niégame si mi aliento no es el culpable
de las cosquillitas en tu pecho. 

No te parece éste dictado...más que un mar de letras
¿Una acertada sentencia de amor?
Que en el fondo del naufragio
el amartelado soy yo y tú mi única salvación.

Buscando ser

Tal vez si fuera pétalos de rosa,
 hojas secas que se desprenden de la fronda, 
o polen que se lleva el viento… 
Tal vez así pudiera florecer en otro suelo.

¡Pero no soy ave! ¡No soy de ligeros equipajes!
 Ni si quiera tengo alas para dejar llevarme. 
Soy como las anclas en el terreno del amor, 
como el sol que por nacer tiene que darse.

Tal vez si pudiera ser suspiro 
 escaparía de tus labios...
 O quizá entre caricias
 me desprendería de tus manos.

¡Lo aseguro! 
Por ahora trato fugarme…
 Como los peces que libres van 
entre las lágrimas del sauce.

Imprudente es el amor porque yo ya no soy una chiquilla

¡Por favor reacciona! 
Aplaca esta frenética pasión 
con tu acostumbrada prudencia.

Sé de mis ojos que son como un mar sinuoso,
de la atrayente sirena que lo habita y la dulzura de su canto,
y de esas cabriolas al aire que teje en aras de sus arrebatos.

¡Hace falta tu juicio!
¡Hace falta tu tacto!
Necesito de tu connivencia pero para no caer en un amor facineroso.

No rozarán más mis impertinentes dedos tu sutil perspicacia 
¡No más en el ascensor!
¡Lo prometo! Dejaré el amor para cuando estemos solos.

Para el lugar idóneo,
remoto a los ojos del mundo.

Por si el vacio te obliga a echarme de menos

Por si todo parece indicar que no vuelvo.
Por si el vacío te obliga a echarme de menos.

No olvides que el amor
¡Más que ilusión es amor!

Que como heroína y valiente
a través de una mirada, por un viaje infinito,
conquistamos tú y yo un mundo perdido
al que casi todos consideran un mito.

Más allá de sol,
más allá de las estrellas,
en otra galaxia
o en otra dimensión.

En un estado raro a los ojos del mundo;
donde los cuerpos no tienen ni pies ni cabeza,
puro corazón.

Como alienígenas que hacen el amor
más que con la lascivia de la lengua
con la devoción que se profesan.

Donde no hay espacio ni tiempo;
nada es imposible,
todo es eterno.

Como un punto suspendido…
Donde el silencio lo dice todo.