viernes, 20 de enero de 2012

Ojalá pudiera amarte sin recelos


Ojalá te hubiera dado libertades como al viento, 
tan fugaz y tan etéreo, 
cual impetuoso caballero, montado en los bríos de una ráfaga; 
tenues silbidos como serenata, 
y yacieras en mi alcoba tras colarte por la ventana. 
Y me besaras en la cara, 
despeinando arrebatado mis cabellos 
y tu aliento agitado deslizándose en mi cuello; 
induciéndome entre abrazos atrevidos 
como a una mariposa entre suspiros.
  ¡Ojalá pudiera amarte sin recelos! 

  Ojalá te hubiera dado libertades como al viento,
  sosteniendo furtivos amoríos; 
hoy tendría la certeza de tu regreso. 
Sabrías que aún te espero tras la ventana abierta; 
sabrías que yo tengo la mancuerna, 
que dejaste enredada entre las sábanas.





 


martes, 10 de enero de 2012

La Sirena y su amor



Como sirena en el mar… 
Ahogo mis sentimientos en aguas saladas, 
mis dulces y hechiceros cánticos
 en una fantasía mitológica irreal.

El navega día a día en su barco fantasma…
 Bajo la silente mirada de un cielo añil y escarlata,
inquietándome su llegada; entre las olas imagino sus caricias desbordadas,
 cual sirena cautiva me dejo llevar por las cálidas marejadas.

¡Sé que nunca podremos abrazarnos! 
Apenas puedo en el intento rozarle con mis dedos…
Cuando mi frágil corazón se desmorona
 como la arena entre mis manos.

Pero tenemos un inmenso mar de aguas saladas para amarnos 
y un cielo azul para contemplarnos hasta la infinidad de sus estrellas,
por eso yo le mitifico como lo más sagrado,
 y en promesa de amor le concedo un lazo de perlas.

¡Quede aquí el amor más grande y puro! 
La unión de dos almas que se inmortalizaron contra viento y marea, 
que canten los tiempos nuestra historia real como un mito…
 Despertando la llama del amor en los labios de algún apasionado poeta.





viernes, 6 de enero de 2012

Me subyugas y adviertes que te quiero



Cambio ese día especial en que estuviste indiferente,
en que inexplicablemente me negaste un abrazo,
por mas días comunes pero de igual valor
en que has estado a mi lado.


Por más días donde sigamos siendo...
Dos lunáticos enamorados, embelesados bajo las estrellas.
O desolados melancólicos, mimosos ilusionados
queriendo ver más allá de ellas.


Como cuando me miras a los ojos...
Y se me olvidan los olvidos.
Como cuando me hablas
y solo importa estar contigo.


Me subyugas ¡Adviertes que te quiero!
Que cuando te vuelves a hurtadillas yo te sigo con recelo.
Que tu sola presencia provoca mi alegría tornando la chispa en mis pupilas.
Y cuando me encariñas…Enciendes mis mejillas.


¡Si! En mis involuntarios reflejos,
y en mi tesón por agradarte,
se traslucen los albores...
De mi apoteósico querer.













Eres tú el umbral




Si no tengo el poder de tus ojos 
¿A quién escribiré mis versos? 
Si no tengo tus labios 
¿Quién me invocará al pronunciarlos?







Si no te tengo
¿Quién me dará vida?
 ¿Quién me sentirá en su cuerpo?
 Cuando me apodere de su aliento.

 
¿Quién se encontrará conmigo
 en los pasajes oscuros? 
En un trance dual... 
un instante en el efluvio sanguíneo.
 
Tus ojos son el umbral 
 entre la luz y la oscuridad 
¡Tan solo mírame! 
Y seré inmortal. 


 

jueves, 5 de enero de 2012

Ánima


Ella nunca fue un sol
  ¡Nunca tuvo luz propia!
Más bien era como una frágil bombilla de cristal
pendiendo de un cordón
y la energía de un fallido contacto.


Hoy su luz se va apagando…
Apenas se refleja en una chispa que se difumina
como un fantasma en un espejo cuarteado,
que llora por las heridas.


Abúlica yace en el sombrío umbral,
cavilando sobre este mundo y el más allá,
cual mutable alma perdida…
Entre el paroxismo que experimenta en un cuerpo
o la pena del vacío existencial.