jueves, 27 de septiembre de 2012

El sol y la rosa



Desolado buscó por todos los rincones...
¡Las mariposas ya eran mariposas!
Sólo ella se percató del brillo de sus ojos,
sólo ella creció ante él como un botón de rosa.


Una y otra vez volvieron a mirarse de esa forma,
cómo se sonrojaba él…
Cómo se apenaba la rosa roja.


Dicen que a todo invierno proceden primaveras;
El relucía radiante,
y ella hermosa.
No cabe duda que la admiración constante rebasa las fronteras.


Un día él no pudo asomarse
y ella entristeció mimosa.
Pero cuándo el cielo llora…
Sus lágrimas florecen.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Por su mirar



Si al pretender su mirar
desafío al mismo Zeus y su cielo...

¡Enfrentaré tormentas!
¡Abatiré huracanes!
Y al despertar antiguas querellas;
cual solemne contendiente
en mi obstinada testarudez
domeñaré sus barbas.


¡Cautivaré sus intereses!
Y en señal de mi conquista
se rendirán condescendientes
los astros con su fogaje.


¡En tono impávido,

leal y fidedigno os aseguro!
¡No me importa sucumbir ante un alud

de matadoras miradas! 

Si sé que al reposar en tan sombrío lecho
 velarán por mí sus argénteos ojos negros.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Alegoría de nosostros




Apura el paso… 
 Apretujando el largo de su vestido malva, 
ceñida así en tan delicada y brillante gasa,  
reluce como un cielo descolgado con su ángel. 

  Por otro lado, el crujir de hojas secas
 sin poder disimular los sobresaltos.
 Sin poder pasar por alto la dulce esencia 
de mujer bonita que las flores le ofrendaron. 

  No sé si es él o ella
 o es la distancia la que los acerca.
 Pero lo sumiso de unos ojos 
poseen la voluntad de otros.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Súbita inquietud



Mientras haya inquietud caerán las hojas, 
y en un rincón del patio… 
Inermes tú y yo en aras de un arrebato.

Estremecerán las rosas,

 Y bajo la caricia más indómita... 
Nosotros desharemos en sutiles arrumacos.

Las mariposas en el escenario,

  nos sorprenderán absortos…
 Buscándonos los labios.  

Huirán los pájaros trinando… 
 Y en esa súbita inquietud, despreocupados; 
vendremos conversando de cosas que acaban en amor.