domingo, 27 de noviembre de 2011

Sonriendo y cantando al amor


 ¡Cantando siempre al amor! 
Con mi cabellera dorada
 
y mi vestido rojo pasión.


Extiendo mis brazos...
  
Impetuosa surge mi voz, 

desde el medio hasta el agudo de una sopranilla
escucharán una dulce melodía.


¡Despertaré a las flores! 
Que embellezcan, 
que reciban plenas de amor a sus ruiseñores.


Y los pajarillos también en el idilio
como la segunda voz,
 cantando y saltando de rama en rama,
 construyen el nido para su bella dama.


Las atentas mariposas 
 vuelan de un lado a otro emocionadas,
 acomodan contentas el holgado atavío,
 siempre al ritmo de las sutiles tonadas.


En el bosque percibo a los conejillos,
 salen presurosos también los cervatillos 
pastando la hierba entre pradera y pradera, 
contentos con sus colitas llevando el ritmo.


¡Esta es mi vida! ¡Aquí soy feliz! 
Siempre cantando al amor… 
¡Esta es mi casa! 
Ante todo mi sonrisa y mi calidez como tarjeta de presentación.


¡Voy cantando siempre al amor! 
Con mi cabellera dorada y mi vestido rojo pasión. 
Sé que en alguna parte...
Mi amor se deleita con mi dulce canción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario