La pluma y el papiro

Los dos estamos tan muertos...
Tú te quedaste en silencio
y yo me he ahogado contigo
¡Mas no es llanto lo que escribo!


¡No tenemos vida propia!
Pero hay que echar mano al asunto.
Todo está programado para un ser de hojalata
y así me limito a llenar tu oquedad.


Tal vez esto parezca un estrujo
pero solo somos juntos.
Pues tus supuestas predicciónes
yo las he hecho realidad.


Hoy arranco tu última idea...
Enterrar una rosa con sus espinas
para ver si florea la vida.