Como sirena en el mar…
Ahogo mis sentimientos en aguas saladas,
mis dulces y hechiceros cánticos
en una fantasía mitológica irreal.
El navega día a día en su barco fantasma…
El navega día a día en su barco fantasma…
Bajo la silente mirada de un cielo añil y escarlata,
inquietándome su llegada; entre las olas imagino sus caricias desbordadas,
inquietándome su llegada; entre las olas imagino sus caricias desbordadas,
cual sirena cautiva me dejo llevar por las cálidas marejadas.
¡Sé que nunca podremos abrazarnos!
¡Sé que nunca podremos abrazarnos!
Apenas puedo en el intento rozarle con mis dedos…
Cuando mi frágil corazón se desmorona
como la arena entre mis manos.
Pero tenemos un inmenso mar de aguas saladas para amarnos
Pero tenemos un inmenso mar de aguas saladas para amarnos
y un cielo azul para contemplarnos hasta la infinidad de sus estrellas,
por eso yo le mitifico como lo más sagrado,
y en promesa de amor le concedo un lazo de perlas.
¡Quede aquí el amor más grande y puro!
¡Quede aquí el amor más grande y puro!
La unión de dos almas que se inmortalizaron contra viento y marea,
que canten los tiempos nuestra historia real como un mito…
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