En un mustio semblante de mujer,
pero ni tu negro vestido
oculta tus furtivas miradas.
Que rasgan el distante espacio,
cuales nebulosas estrellas.
Sosegada te acercas a mi ventana,
pero yo te descubro sombría
con tu coraza de obsidiana.
Cautiva se vislumbra
mi silueta y tu perfil de luna,
cerca, muy cerca
en el lánguido claro de la penumbra.
¡Solo tú excusas su ausencia!
¡Solo tú casi mitigas mis penas!
Cuando te hablo de mi amor…
Y esbozas una sonrisa que me alienta.
Al igual que yo te descubro sombría…
Sé que bajo tu manto negro aguarda un secreto.
Que apresas tu corazón en el alba…
Quizá algún día, quizá mañana,
antes de que sea tarde,
antes de que sea tarde,
decidas traslucir como un sol,
ante mis ojos explayarte.
Y le cuento mis penas de amor,
ResponderEliminarcomo la rosa más delicada del jardín,
al llorar mi ansiado corazón,
se sabe que yo sufro mi vivir...
Y mis poemas calmarán el día gris,
tendré panciencia con la luna de anoche,
necesito verte, necesito que estes ahí,
bajo las ramas...mis lágrimas aparecen...
Un placer haber pasado, por estos versos melancólicos,
el próximo poema, quiero leerte más alegre.
mucho ánimo guapa, un abrazo navideño.