Si al pretender su mirar
desafío al mismo Zeus y su cielo...
¡Enfrentaré tormentas!
¡Abatiré huracanes!
Y al despertar antiguas querellas;
cual solemne contendiente
en mi obstinada testarudez
domeñaré sus barbas.
¡Cautivaré sus intereses!
Y en señal de mi conquista
se rendirán condescendientes
los astros con su fogaje.
¡En tono impávido,
leal y fidedigno os aseguro!
¡No me importa sucumbir ante un alud
de matadoras miradas!
Si sé que al reposar en tan sombrío lecho
velarán por mí sus argénteos ojos negros.
desafío al mismo Zeus y su cielo...
¡Enfrentaré tormentas!
¡Abatiré huracanes!
Y al despertar antiguas querellas;
cual solemne contendiente
en mi obstinada testarudez
domeñaré sus barbas.
¡Cautivaré sus intereses!
Y en señal de mi conquista
se rendirán condescendientes
los astros con su fogaje.
¡En tono impávido,
leal y fidedigno os aseguro!
¡No me importa sucumbir ante un alud
de matadoras miradas!
Si sé que al reposar en tan sombrío lecho
velarán por mí sus argénteos ojos negros.
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