Solo
tú como Neptuno
en
las profundidades de mi sentir;
puedes inquietarme,
desatar las tormentas,
recordarme
que aún vives en mí.
Solo
tú me sacas de esta depresión,
del
abandono entre olas calladas y lágrimas saladas,
cuando
escucho tu voz en el viento
cuando
aún me estremezco.
Como
un ser fantástico y veleidoso
resurges
de entre la inquietud,
me
llevas a flotar contigo en un mar azul,
tan
frágil como un barco de papel.
Pero
tan fuerte como un titán en la fe.
¡Eres
tú! ¡Eres tú! ¡Nunca te fuiste ni te irás!
Tan
solo reposas en el castillo de mi corazón
como
Poseidón de mi amor.
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