miércoles, 1 de abril de 2015

Amor eterno

 
 
 
Creía perdido al amor…

Hasta que llegaste tú, mi niña.

Tu ingenuidad, hecha alegría,

no se puede ocultar cuando soñadora me miras.

¡Escucha, mi niña!

El amor, es un dormido gusanito que llevamos dentro,

todos, y nos hace cosquillitas cuando está despierto,

como las que provocan tu sonrisa

y estremecen a mi pecho, desde que estamos juntas.

Ahora eres una niña, no puedes comprender,

 aún cuando seas mujer, y yo...envejezca


¡Nos seguiremos queriendo!



2 comentarios:

  1. Mostrando lo que es un buen amor a la adorada hija, sentido poema ha hecho florecer tu inspiración. Mis felicitaciones.

    ResponderEliminar