miércoles, 11 de julio de 2012

Imprudente es el amor porque yo ya no soy una chiquilla




¡Por favor reacciona! 
Aplaca esta frenética pasión 
con tu acostumbrada prudencia.

Sé de mis ojos que son como un mar sinuoso,

de la atrayente sirena que lo habita y la dulzura de su canto,
y de esas cabriolas al aire que teje en aras de sus arrebatos.


¡Hace falta tu juicio!
¡Hace falta tu tacto!
Necesito de tu connivencia pero para no caer en un amor facineroso.

No rozarán más mis impertinentes dedos tu sutil perspicacia 

¡No más en el ascensor!
¡Lo prometo! Dejaré el amor para cuando estemos solos.

Para el lugar idóneo,
remoto a los ojos del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario